Yo no recuerdo como llegué a ser así,
pero estoy seguro que a los 4 años jugaba a tener programas de radio y TV.
Hoy por hoy a los 27, ya no se con quien jugar.
O en realidad, no se si asumir que todo el tiempo juegan conmigo.
Por que todo es un problema: desde las 5 y media de la mañana cuando me levanto el mundo me acosa y amenaza con destrozar mis moléculas a cada momento.
Tengo celular.
Hago comentarios por la radio.
Escribo.
Siento que me pagan por rebelde.
Me enamoro por mensajes de texto y mas de alguna vez me humillaron públicamente.
Mi nombre es Mario Solis y hay veces en que existo.
Incluso vivo en una casa.
Soy lo que los curas llamarían “hijo de una familia bien constituida”.
Estoy seguro que si piensan que eso es bueno, están tan equivocados como siempre.
No soy popular.
No soy lindo.
Fuí al Psicopedagogo y tengo una capacidad ilimitada para ironizar.
Por eso estoy aquí.
De noche, escribiendo con el dolor de cabeza de saber que mañana será otro día.
Soy el columnista inexperto.
Y te dedico canciones.
Y escribo, hablo y estudio solo para salvarme.
Solo para sacar de mi subconciente.
Por que te encuentro admirable.
Por que me inquietas en silencio.
Por que se todo lo que haces.
Pero tu no te das cuenta.
Y me gusta que asi sea.
Sabremos quienes somos.
Ahora la oferta es publica.
Y no me importe que critiquen todo esto por que nadie lo entiende.
Quedense con mis memorias.
¿Y que te puedo contar?
Estoy batallando contra mi mismo,
este hijo de puta interno (de esta puta y miserable tierra),
que tengo cantando adentro y hoy dia me quiero morir,
no se mas que hablar de mi y lo que me rodea.
Soy un ególatra honesto: se que soy una mierda y lo tengo bien asumido.
Hay algunos que escriben de literatura.
Otros sobre el mundo sin haberlo observado.
Mi trabajo es inventar mundos; o mejor dicho, traerles mi mundo encima.
Derramar mi miseria sobre Uds.
Llevarles a casa el día nublado.
Devolverles la adolescencia perdida.
O colocarles en frente, que son unos pendejos eternos y que hay veces en que desean no pagar cuentas.
Nadie quiere tener 27 años.
El futuro, el fracaso, el mundo, la generación que te lleva y te degenera de paso.
Tal vez me maten en 24 horas más.
Tengo un ex amigo que es capaz de hacerlo.
Lo veo en sus ojos cada vez que lpasa casualmente por mi oficina en Valparaíso.
Realmente da miedo.
Algun día me voy a salvar.
Se que estas mejor que yo.
Asi son las grandes historias.
Esas que despues se comentan en las biografías.
No hay nada mas que contar.
Mi vida esta en llamas.
Voy a tener que apagarla.
Me gusta ser inquietante.