domingo, junio 24, 2007

LA DEPRESIÓN DEL ÉXITO

Extraño el hacer nada...

Hoy por una obligación moral fuí a Quilpué,
a una de esas visitas protocolares de las cuales siempre huyo,
pero hoy fue distinto, ya que voluntariamente me sume.

Esos 30 minutos de viaje por momentos fueron mi vida,
recordé miles de cosas,
experimenté una emoción que casi había olvidado,
eso de conversar de lo que fuera...

Extrañé aquellos días en que tenía todo el tiempo del mundo,
esos momentos en los cuales buscaba como matar las horas...

Ahora transito a otro ritmo, escapando de algo,
corriendo de un lado a otro,
entre Valparaíso y la capital,
este no soy yo,
soy el reflejo de algo,
todavía no se que...

Es cierto, lo que vivo yo mismo lo busqué,
lo soñé por años,
me preparé miles de veces para lo mismo,
y hoy no lo disfruto...

La velocidad me impide estar con quien quisiera,
e ignoro si esa persona lo sabe,
todos creen que he cambiado,
es que no me reconocen cansado,
no se donde llegaré.