CALOR EN LAS CONDES... FRIO EN MI CORAZÓN
El gran problema de mi existencia no es que hable mucho,
tampoco el como digo las cosas,
ni que trate de tildar a todos como se me antoje,
o que me mueva por las calles como victima de una persecusion.
Estan muy equivocados.
El conflicto es que mis codigos terminan en un laberinto de sensaciones que me remontan a mis sentimientos mas internos.
Me anulan y logran diseñar dentro de mi otro mundo.
En el cual me reuno con la persona que mas amo.
Por eso, culpa de esa distancia, existe la soledad.
Esa maldita y puta soledad.
La misma que me arrastra a revisar cada una de las decisiones que he tomado,
esa que a cada rato me recuerda los errores cometidos,
esa que por más que intento, no se quiere ir,
no me deja en paz y más encima se burla de mi estado.
Y por eso, cuando la miro en el sofa, me conmuevo.
Deseo besar el motivo por el cual vivo.
Mientras esa mujer sigue sin saberlo,
ignorante de lo que siento,
sin la capacidad de ver lo que le quiero dar,
sin los oidos para escuchar mis palabras de amor,
sin el tacto para sentir mis latidos,
sin el gusto para saborear mis emociones,
sin el olfato para saber que me estoy acercando....
Esta maldita soledad, no me quiere dejar....