domingo, julio 23, 2006

VISITA AL DENTISTA

Esta semana tuve una de las experiencias más amargas que puede vivir un simple y común mortal en esta tierra, esta semana de forma urgente tuve que asistir al Dentista o cirujano dental si lo prefieren de este modo.

La experiencia es funesta, partiendo principalmente por la cantidad de características con las cuales nos encontramos, comenzamos con esa actitud de imputados de Tribunal Oral, con rostro de culpables imputados, ya que nuestro subconciente sabe que si estamos en esa circunstancia es por descuido propio... y lo peor es que la curiosa mirada del profesional de las muelas, con esa mirada inquisidora lo recuerda a cada instante...

Hay cosas que los dentistas pese a sus años de experiencia no aprenden... Insisten en el momento en que ya nos tomó la anestesia, cuando estamos con la boca abierta con cualquiera de esas herramientas tipo gasfiter en nuestra boca, a preguntarnos como que fuesemos Germán Gamonal o Libardo Buitrago o cualquier profesional que maneje todo tipo de materias...

Entonces, mientras el dentista está en plena faena nos mira y nos dice:

Dentista.- Bueno... y qué opina de lo que está haciendo la Bachelet?

Paciente: Ahmmm... Pgageze fragbgrd......

Dentista.- Claro pues, yo creo.....

Y finalmente el ingeniero dental interpreta a su gusto nuestro escueto comentario y lo complementa bajo su criterio, inclusive he llegado a pensar que son técnicas para imponer su pensamiento político las que utiliza este hombre....

Todo esto se complementa con lo desagradable del hilito que nos queda colgando cada vez que intentamos tomar agua posterior a la visita del dentista o la sensación de perrito hush puppies que nos dura un par de horas después.

Bueno, podría seguir comentando miles de cosas más... pero no es necesario, creo que todos podemos seguir argumentando lo desagradable que es ir al dentista...

domingo, julio 09, 2006

ENCUENTRO RETRO

Siempre fui un poco lejano a este tipo de reuniones... No por ingratitud, ni soberbia excesiva, tan solo que nunca he sido muy asiduo a los comentarios protocolares, a los dialogos típicos, ni nada relativo a las conversaciones que se producen en las ocasiones en la cual se encuentran ex compañeros. (Ya sea de trabajo, universidad, liceo, jardín infantil, etcétera.)

Normalmente te encuentras con seres que ya no son los que tu recordabas, la vida los ha cambiado y el sistema los ha consumido... Atras quedan los ideales anárquicos que se llevaban como bandera y extrañamente se aburguesan sin sentido.

Comúmente comienza a girar la ronda de preguntas, que inconcientemente nos somete a un Barómetro exitista, y pasamos a la convencional pregunta sobre en que te desempeñas, en que trabajas o que estudias... De este modo, quien disfruta de un buen pasar se convierte automáticamente en un Ególatra y el que no lo pasa muy bien de inmediato pasa a la categoría de pobre diablo.

Afortunadamente el encuentro no tuvo en exceso estos tintes, muchos han cambiado fisicamente y están convertidos en hombres (o en algo que se asemeja), pero fue un real agrado darme cuenta que en resumen seguimos siendo los mismos... Orellana sigue en su incansable defensa a Carlos Lange, Alvaro soñando nuevas aventuras, Orlando Cortés con su humor rápido, Isaac con su inconformismo ante casi todo y yo una rara mezcla entre lo farandulero, frívolo, kitsch y alternativo.

Quizás ya no somos los de antes, tampoco somos como planificabamos en aquellos tiempos, y probablemente aspiramos a ser de otra forma... Lo importante es que la esencia que nos hizo disfrutar de una amistad, sigue latente, se mantiene vigente... aun vive...

Un abrazo para todos.